Decidí a enseñar a las chicas y chicos porque les admiro mucho. Su combinación de energía, curiosidad y rebeldía encarna algo de lo mejor de la humanidad. Me siento que reprimir a los jovenes es el mismo proyecto de reprimir uno su propio espíritu. En este sentido, mis estudiantes me enseñarán como mantenerme flexible y felíz. Mientras tanto, los prepararé para la vida adulta. Va a ser un intercambio fantástico.